Los remates hipotecarios consisten en un proceso judicial en el cual un juez ordena el remate de cierta propiedad ante una demanda por parte del acreedor por el incumplimiento de obligaciones del deudor.
Esto quiere decir que el inmueble en remate pertenecía a algún sujeto que, por no cumplir con las obligaciones establecidas en su hipoteca, incumple su contrato y pierde los derechos sobre el inmueble. Por esto último, el acreedor cuenta con el derecho de levantar una demanda judicial para recuperar los adeudos mediante el remate de dicha propiedad.
Contactar un AsesorUna vez dada la orden, el juzgado deberá informar de manera pública las características de la propiedad en cuestión, así como la fecha y precio del remate para los posibles interesados.
Todo aquél que quiera entrar a la subasta deberá presentarse a Bansefi con el fin de adquirir un billete que le permita la entrada, el cual se obtiene realizando un depósito del 10 por ciento del valor del inmueble.
El costo de un inmueble en remate siempre será menor a su precio de mercado, es decir, a su valor comercial, lo cual es precisamente la característica que hace a la venta de estos inmuebles una opción más atractiva para los compradores; ya sea como inversión para después vender el inmueble a su valor comercial y así obtener un porcentaje significativo de ganancia, o bien, simplemente para adquirir una vivienda a un precio más accesible.
La cantidad, por supuesto, dependerá de las características, ubicación y condiciones del inmueble, sin embargo, dicho precio puede llegar a ser de 30 o hasta 60 por ciento menor del valor que podrían tener en el mercado ya que este es fijado por medio de un avalúo judicial.
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